Mi padre tenía unas escaras (llagas con tejido necrosado debido a la presión por estar siempre sentado) muy graves, llevaban 9 meses empeorando, no hubo tratamiento que las mejorara, y finalmente el cirujano nos dijo que no se podían operar y que no había curación posible, lo desahució, dijo que tendríamos suerte si conseguíamos que no empeoraran, porque la lesión llegaba al hueso. Hace años que conozco a Carmen y de repente se me ocurrió comentárselo. Decidimos probar a hacerle un tratamiento a distancia, pues mi padre está en Burgos y ella en Barcelona. Le hizo varias sesiones repartidas en 6 semanas. Lo primero que notamos fue que dejó de empeorar e incluso daba sensación de ligera mejoría, pero sutil, no fue hasta la 5ª semana que la mejora se hizo  realmente evidente. Lo más curioso es que el tratamiento terminó, pero las escaras siguen mejorando día a día, hasta el punto de que una ya se ha cerrado y a la otra le falta poco. No le dije a Carmen que había una tercera escara pequeña en la rodilla porque no era grave y, curiosamente, ésta no ha mejorado, sólo han mejorado a las que enfocó en sus sesiones. De momento los tratamientos médicos van controlando esta tercera escara pero, si no acaba de curarse, le pediremos a Carmen alguna sesión más. Mi padre, mi madre y yo estamos muy agradecidos por tu ayuda, Carmen. Un abrazo fuerte.